“El nuevo orden corporativo tiende a servir, no éstos o los
otros intereses de sentido particularista ni aun de clase, sino unos fines que
trascienden a todo eso, fines de imperio, de marcha, de vida nacional plena. El
marxismo encrespa hoy las clases con idéntica consecuencia subversiva y
perturbadora que el liberalismo encrespó en rebeldía económica a los
individuos. Pues bien, he aquí la tarea del Estado nacional, con su cortejo de
atributos a los que no alcanza siquiera la posibilidad de que sean ignorados
como justos: la jerarquía de fines, disciplinando los factores de la producción
–no la producción como tal– y del consumo. Pues una economía es algo que no
agota su sentido al producir riqueza a unos individuos o a unas clases. Son los
suyos fines nacionales, que afectan a la existencia nacional en su base más
honda.”
Ramiro Ledesma Ramos.
“Nosotros no propugnamos una dictadura que logre el
calafateo del barco que se hunde, que remedie el mal una temporada y que
suponga sólo una solución de continuidad en los sistemas y en las prácticas del
ruinoso liberalismo. Vamos, por el contrario, a una organización nacional
permanente, a un Estado fuerte, reciamente español, con un Poder ejecutivo que
gobierne y una Cámara corporativa que encarne las verdaderas realidades
nacionales. Que no abogamos por la transitoriedad de una dictadura, sino por el
establecimiento y la permanencia de un sistema.”
José Antonio Primo de Rivera.
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