martes, 7 de octubre de 2008

Nuestra Guerra Fria

Hubo una época nefasta en nuestro país desde la cual, hasta el día de hoy, nuestra soberanía nacional paso a pender de un hilo. Algunos la llamaron proceso de reorganización nacional, otros lo llamaron golpe de estado. La pregunta es ¿Como habremos de llamarla aquellos que vemos la verdad?
No hay una verdad más indiscutible que la realidad. Y la realidad es que el enfrentamiento era ajeno al Sentir Nacional.

El pseudo nacionalismo que proclama uno de los sectores del conflicto, combatiendo al marxismo, se opaca con la llegada de un ministro de economía ultra liberal. Sí, han combatido al marxismo, pero también a toda política no liberal: combatieron al sentir nacional al establecer un proyecto económico liberal, que luego se afirma en la democracia y determina la pérdida de la soberanía económica.

Martinez de Hos, traidor a la Patria.

Desde hace tiempo se viene gestando un plan de desarticulación de las fuerzas armadas. Logros como los proyectos Cóndor, Castor y Pulqui, verdaderos emblemas de nuestro orgullo nacional, fueron aniquilados, y armados siniestros como el caso Carrasco, dieron término al servicio militar obligatorio. Pero es el odio de los subversivos por los uniformados, detrás de la política de derechos humanos, el que corona con el desprestigio y la humillación, la perdida de la soberanía militar.

Hablemos de las victimas. ¿Quiénes mataron? ¿Quiénes secuestraron? ¿Quienes cobran inmensas indemnizaciones? ¿Quienes reclaman cuando le tocan el bolsillo? ¿Quienes no cobran nada, pues a pesar de que los subversivos hoy están en el poder, en ese momento no murieron en manos del estado?
Hablemos de que la sinarquia, que toma muchas formas, apoyó tanto a unos como a otros. La victima aquí es la soberanía y su victimario la sinarquia.

Mas indignación produce la cobardía de las partes de esta lucha ideológica. Entre los obedientes y los desaparecidos, nadie se hace cargo del conflicto liberal-marxista reflejo de la guerra fría. La verdad es, que desde esa época hasta el día de hoy, los verdaderos argentinos hemos perdido nuestra soberanía de a poco: Malvinas, YPF, la logística, la industria, la salud, la educación, etc.… esto es el triste reflejo de la realidad.

Santucho y otros, traidores a la Patria.


Desde el sentir nacional debemos entonces llamar a esta época que se extiende hasta nuestros días “proceso de destrucción de la soberanía argentina”.






NO A LA USURA LIBERAL!

NO A LA DICTUDARA COMUNISTA!

REVOLUCION NACIONALISTA!

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